Quince interpretaciones

Cada una de las obras se expone junto al elemento relativo a la fragancia que la ha inspirado. El famoso lazo, el motivo de pata de gallo o incluso Natalie Portman, actual imagen del perfume, son algunos de ellos.

La artista visual portuguesa Joana de Vasconcelos, interpreta a lo grande y con cientos de frascos de “J’adore” iluminados con leds rosas y rojos, el lazo de costura que adorna el frasco de “Miss Dior”. Por su parte, la estadounidense Polly Apelbaum, utiliza el motivo “pata de gallo”, tan característico de la casa, en una inmensa alfombra multicolor.

La rosa, flor cuyo olor supone un guiño a la infancia del diseñador, también ha inspirado a algunas de las artistas. La japonesa Tomoko Shioyasu la ha reproducido, a través de una miríada de cortes, en un biombo de papel. También la estadounidense Alyson Shotz, se ha basado en esta flor para crear una inmensa estructura iridiscente que parece moverse en el aire.

Las obras de estas quince artistas se intercalan en la galería, de más de 600 metros cuadrados, con numerosas fotografías y documentos del diseñador. También se incluyen trajes emblemáticos como el vestido rojo fuego “Concerto” de 1957 o el popular “Traje Bar” de 1947, así como creaciones contemporáneas de Raf Simons.

Pasado como galerista

La muestra también hace un guiño al pasado del creador como galerista. Pese a ser el primer diseñador que creó un perfume al mismo tiempo que una colección de moda, convirtiéndose así en un icono de la misma, con lo que soñaba en su juventud era con tener una galería de arte, sueño que cumplió gracias a la financiación de sus padres.

Durante los años 20 y 30, por su galería pasaron algunos grandes artistas como Miró,Giacometti, Bérard o Salvador Dalí, pero la difícil situación que atravesaba la economía mundial tras el crac del 29 hizo que Dior tuviera que vender sus cuadros y dejar el arte a un lado para dedicarse al mundo de la moda.

La ayuda familiar que le permitió cumplir su sueño, tuvo una condición. Sus padres no querían ver su nombre en un local porque les parecía vulgar. Esta anécdota explica claramente el motivo por el que esta faceta, tratada a fondo en esta exposición, es prácticamente desconocida. ¿Qué opinarían los Dior viendo hoy en día su apellido por todos los rincones del mundo?