La mirada dorada de Halpern. La firma tiñó de destellos metalizados los párpados de todas sus modelos. Purpurina a tutiplén para lograr un maquillaje de noche que no necesita nada más para llamar la atención. Rostro efecto cara lavada y labios rosados son suficientes para completar el look.

El floating eyeliner de Giambattista Valli.Esta técnica, que han lucido celebrities como Lucy Boynton, sustituye la tradicional línea negra a ras de pestañas por una que cruza el párpado. Valli ha incluido la tendencia en su desfile apostando por el blanco y sumándole pestañas efecto espejo. Poco práctico para bajar a por el pan, pero sorprendente en la pasarela.

Los brillos por doquier de Christian Siriano. El diseñador recupera las pegatinas glitter con las que muchas experimentaron en los 90 y las utiliza para salpicar el rostro como si de pecas se tratase. El toque final lo pone la máscara de pestañas en el mismo tono que sus destellos violáceos.

El 'homenaje' a Twiggy de Dior. La famosa mirada de la modelo, siempre impostada con pestañas pintadas y apelotonadas a propósito, se reiventa en el desfile de Dior. Maria Grazia Chiuri la hace aún más dramática e infantil a base de líneas que decoran la línea inferior de las pestañas.

La luces LED de Marine Serre. Esta idea podría haber sido perfecta para los carnavales. Pero aún llega a tiempo de cara al próximo Halloween: impactante, original y, con las luces apagadas, también un poco aterrador.

Las sombras pastel de Valentino. Verde, lila, rosa o naranja fueron los tonos que tiñeron la mirada de las modelos de la firma italiana. Un maquillaje pensado para el próximo otoño-invierno que puede empezar a llevarse esta misma primavera. Lo más importante para copiar el efecto es difuminar bien y extender la sombra también bajo el párpado.

La plumas en las pestañas de Peter Pilotto. Valentino llenó de plumas los ojos de sus modelos en su desfile alta costura, y Peter Pilotto hizo lo propio, en versión discreta, en su colección para el otoño-invierno 2019/2020. Un detalle arriesgado en su justa medida que podría triunfar en cualquier alfombra roja.

Las lágrimas de Gucci. Como si se tratara de la imagen de una virgen llorona, Alessandro Michele ideó lágrimas impostadas –y artificiales– para aumentar la expectación y repercusión mediática de su desfile.

El ejercicio de color de Iceberg. En mezcla de azules o rosas, la firma Iceberg pintó el párpado de sus modelos creando exageradas líneas de inspiración arty. No lo intenten en casa.

El ahumado definitivo de Altuzarra. El smokey eye, que tantos tutoriales ha protagonizado, vuelve de la mano de Altuzarra en una versión desenfadada y actual. Pura inspiración para un maquillaje nocturno.

El eyeliner infinito de Erdem. La firma británica dramatiza el clásico ojo de gato y lo eleva a la máxima potencia convirtiéndolo en una sombra negra (o quizá es una sombra con pinta de eyeliner).

Los labios góticos de Chloé. Natacha Ramsay-Levi tiene claro que los labiales oscuros no han muerto y los resucita en apetecibles looks de belleza que apuestan por darles todo el protagonismo dejando el resto del rostro en segundo plano.

La oda a los 80 de Carolina Herrera. El exceso de la década no solo se siente en las hombreras marcadas y los maxiaccesorios por los que han apostado muchos diseñadores. El maquillaje también se impregna de ese espíritu gradilocuente en sombras tan intensas como estas de Carolina Herrera.

La raya infinita de Saint Laurent. No hay límites para Anthony Vaccarello. El diseñador ha alargado el rabillo del ojo de sus modelos casi hasta la raíz del cabello.

La mirada salpicada de Dries van Noten. De nuevo el brillo, esta vez en pequeños puntos salteados, protagoniza el look de belleza. No hay duda de que el próximo invierno concederá toda la importancia a la mirada dejando los labios en segundo plano.